Cosmética para irse a la cama
Aprovechar el sueño para despertarse con la piel en plena forma es sólo cuestión de prepararla a la hora de irse a la cama.
Al llegar la noche el cuerpo se relaja, mejora la circulación sanguínea y el ritmo respiratorio, se eliminan toxinas y nuestra piel no está expuesta a la radiación solar, o la contaminación. Por tanto, está más receptiva y la efectividad de los tratamientos cosméticos se multiplica. Aquí te proponemos, una rutina básica de cuidado nocturno, para que el despertar sea, si cabe, más placentero.
Durante el día, nuestra piel actúa como un escudo protector frente a las agresiones externas, como la polución, el frío o el calor. Pero además, regula nuestra temperatura corporal y evita la deshidratación. Sin embargo, mientras dormimos, el trabajo no cesa, porque la piel se pone en marcha para regenerarse, multiplicándose por tres la actividad celular de nuestra epidermis.
Ritual nocturno para el rostro: Tres son los pasos básicos para su cuidado:
Aprovechar el sueño para despertarse con la piel en plena forma es sólo cuestión de prepararla a la hora de irse a la cama.
Al llegar la noche el cuerpo se relaja, mejora la circulación sanguínea y el ritmo respiratorio, se eliminan toxinas y nuestra piel no está expuesta a la radiación solar, o la contaminación. Por tanto, está más receptiva y la efectividad de los tratamientos cosméticos se multiplica. Aquí te proponemos, una rutina básica de cuidado nocturno, para que el despertar sea, si cabe, más placentero.
Durante el día, nuestra piel actúa como un escudo protector frente a las agresiones externas, como la polución, el frío o el calor. Pero además, regula nuestra temperatura corporal y evita la deshidratación. Sin embargo, mientras dormimos, el trabajo no cesa, porque la piel se pone en marcha para regenerarse, multiplicándose por tres la actividad celular de nuestra epidermis.
Ritual nocturno para el rostro: Tres son los pasos básicos para su cuidado:
Limpieza: Si no eliminamos todas las impurezas y la suciedad que se ha acumulado durante el día, la piel no está lista para el tratamiento y la crema no penetrará, quedándose suspendida en la superficie del rostro. Antes de extender la limpiadora, lávate bien las manos. Retira el pelo de la cara, para que puedas llegar hasta la línea de nacimiento del cabello sin problemas, extiende el producto por toda la cara y el cuello.
Déjalo actuar durante unos segundos, para que así sea más fácil eliminar la suciedad y el maquillaje. Comienza a aplicar la limpiadora desde la clavícula y, con las yemas de los dedos en movimientos circulares, extiéndelo desde el cuello a la cara, llegando hasta el nacimiento del pelo. No es mala idea retirarlo con un paño, o una toalla, humedecido con agua tibia.
Deberías elegir el producto en función de la textura que más te gusta (cremas, gel, jabón), en lugar de pensar en el tipo de piel que tienes (grasa, mixta, seca o normal). Ya que entonces, la limpieza será más placentera y lo harás a conciencia.
Déjalo actuar durante unos segundos, para que así sea más fácil eliminar la suciedad y el maquillaje. Comienza a aplicar la limpiadora desde la clavícula y, con las yemas de los dedos en movimientos circulares, extiéndelo desde el cuello a la cara, llegando hasta el nacimiento del pelo. No es mala idea retirarlo con un paño, o una toalla, humedecido con agua tibia.
Deberías elegir el producto en función de la textura que más te gusta (cremas, gel, jabón), en lugar de pensar en el tipo de piel que tienes (grasa, mixta, seca o normal). Ya que entonces, la limpieza será más placentera y lo harás a conciencia.
Tonificación: Algunas mujeres necesitan sentir sobre la piel la sensación fresca que dejan los tónicos. Sin embargo, la mayoría de estos productos llevan alcohol, que seca la piel, dejándola más vulnerable. Un buen sustituto puede ser el agua termal o un tónico facial sin alcohol, como tónico de rosas.
Aplicación del tratamiento:Las cremas de noche tienen una textura más ligera que las de día y dejan sobre la piel una refrescante sensación de confort. Muchas fórmulas incluyen antioxidantes y otros ingredientes, que se encuentran de forma natural en nuestra piel, como colágeno o ácido hialurónico. Los cosméticos blanqueantes, que combaten las manchas, son perfectos para la noche, porque al tener ingredientes fotosensibles, como el ácido glicólico, podrían producir durante el día manchas, si no se lleva la protección solar adecuada. Lo mismo ocurre con el retinol, un ingrediente muy común en las cremas de noche, y una de las mejores armas cosméticas para combatir las arrugas.
El cuerpo también exige unos mimos nocturnos. Las ocho horas de sueño no son un cuento, sino una necesidad. Cuando dormimos, nuestro cuerpo elimina tensiones y toxinas y además, finalmente, descansa. Tomar un baño es un buen método para comenzar a relajarse. Además, el agua caliente abre los poros, facilitando la penetración de los tratamientos, ya sean cremas o aceites. Tómate tu tiempo para el ritual del baño.
Necesitarás, como mínimo, media hora. Desconecta el móvil, para que así nadie te moleste. Apaga las luces o, sin son regulables, ponlas al mínimo. Enciende unas velas aromáticas o un poco de incienso. También, poner de fondo una música relajante te ayudará a desconectar.
Aplicación del tratamiento:Las cremas de noche tienen una textura más ligera que las de día y dejan sobre la piel una refrescante sensación de confort. Muchas fórmulas incluyen antioxidantes y otros ingredientes, que se encuentran de forma natural en nuestra piel, como colágeno o ácido hialurónico. Los cosméticos blanqueantes, que combaten las manchas, son perfectos para la noche, porque al tener ingredientes fotosensibles, como el ácido glicólico, podrían producir durante el día manchas, si no se lleva la protección solar adecuada. Lo mismo ocurre con el retinol, un ingrediente muy común en las cremas de noche, y una de las mejores armas cosméticas para combatir las arrugas.
El cuerpo también exige unos mimos nocturnos. Las ocho horas de sueño no son un cuento, sino una necesidad. Cuando dormimos, nuestro cuerpo elimina tensiones y toxinas y además, finalmente, descansa. Tomar un baño es un buen método para comenzar a relajarse. Además, el agua caliente abre los poros, facilitando la penetración de los tratamientos, ya sean cremas o aceites. Tómate tu tiempo para el ritual del baño.
Necesitarás, como mínimo, media hora. Desconecta el móvil, para que así nadie te moleste. Apaga las luces o, sin son regulables, ponlas al mínimo. Enciende unas velas aromáticas o un poco de incienso. También, poner de fondo una música relajante te ayudará a desconectar.
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